Aún recuerdo la primera vez que los vi juntos, sus ojos destellaban luz y amor, como no enamorarme de su amor, interactuar, mimarse e incluso a veces pelearse.
Lo que no sabía en ese momento es que detrás de ellos habían historias y vaya que historias, a veces como dice el dicho caras vemos corazones no sabemos y estoy más que segura que en su caso hay muchos detalles que nunca saldrán a la luz, es triste porque una historia así no debería ser escondida.
Lo obvio es la química innata que se tenían, bastaba solo verlos juntos, ver su manos, oír sus voces al hablarse, esos besos de amigos que no son tanto de amigos y la complicidad.
Para mí y como yo lo vi fue así, fue un amor secreto, prohibido y que dolió mucho, dejó muchas cicatrices, dejo mucho rencor, pero después de todo sí fue amor.
Quizás ahora cada uno vaya viviendo su vida, quizás cada uno vaya forjando su destino pero la última vez que se les vio juntos todavía existía esa luz que iluminaba al otro, cosa que hoy en día a pesar de todos los éxitos ninguno de los dos volvió a tener.
La verdad no la imagino hoy en día yendo a dormir y saber que un capricho o un malentendido la alejo del amor más grande que vivió y que esta nueva vida será bajo la sombra de sus recuerdos, quizás para ella el dolor fue tanto que prefirió eso a volver a arriesgar su corazón hasta volver a enfermar.
En el caso de él, va a poder a las mujeres más bellas del mundo, total es un chico con todas las cualidades pero me imagino que debe de extrañar el olor del pelo de la mujer con la que vivió tanto tiempo, acurrucarla a su lado y poder sentirla suya, a veces ser orgulloso no solo no nos trae cosas buenas sino que nos impide recordar lo que un día hizo que en su piel se tatuara ese inmenso amor.
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