Me toca a mi todos los días levantarme 6 de la mañana, preparar a mi hija para el cole, llevarla, arreglarme y salir para trabajar. Una rutina en la que sabes cuando entras pero no cuando sales.
Puedo decir que me gusta mi trabajo, soy comercial y la negociación es lo mío por lo que no me puedo quejar de esto aunque a veces la alta demanda haga que quiera tener un poco mas de tiempo con los míos considero que como profesional estoy logrando mis objetivos, sin embargo tengo que ser totalmente honesta en nuestros casos no hay opción de tener algún tipo de tratamiento especial por ser mamás y trabajadoras, simplemente nos tiene toca cumplir con el horario completo teniendo probablemente el doble de trabajo y el doble de responsalidad.
El punto es que amar nuestros trabajos no significa que seamos de acero y que no creamos que nos merecemos un poco mas tiempo con los nuestros.
Lo mas importante y lo que nos puede llevar a tener la fiesta en paz es que nos desarrollemos en algo que amamos y donde estemos a gusto.
Si el trabajo no cumple esos requisitos sería importante que analices esto y veas la opción de cambiar. Solo tenemos una oportunidad de ser felices no?
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